El Papa Francisco publica la exhortación apostólica sobre la confianza en el amor misericordioso de Dios, con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz -del Carmelo de Lisieux- reconociendo el tesoro espiritual de su “caminito espiritual”: «es la confianza la que nos permite poner en las manos de Dios lo que sólo Él puede hacer».
Hoy quiero compartir con ustedes una exhortación apostólica sobre Santa Teresita, una santa que ha dejado una profunda huella en la Iglesia y en nuestros corazones. Santa Teresita, también conocida como Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz, es una de las grandes santas de la Iglesia Católica. Su vida y sus enseñanzas nos inspiran a vivir una vida de humildad, sencillez y confianza plena en la misericordia de Dios.
Santa Teresita nació en Alençon, Francia, en 1873. Desde una edad temprana, mostró un amor profundo por Jesús y deseó entregarse completamente a Él. Ingresó al convento de las Carmelitas Descalzas a la edad de 15 años y vivió una vida de oración y sacrificio. A través de su «caminito», un camino de amor y confianza en Dios, Santa Teresita nos enseña que incluso las acciones más pequeñas y ordinarias pueden tener un valor infinito a los ojos de Dios.
La espiritualidad de Santa Teresita se basa en la «infancia espiritual», es decir, en reconocer nuestra pequeñez y dependencia total de Dios. Ella nos invita a confiar en la infinita misericordia de Dios como un niño confía en su padre. Santa Teresita nos enseña que no importa qué tan pequeños o insignificantes nos sintamos, Dios nos ama inmensamente y nos llama a ser grandes en el amor.
A lo largo de su vida, Santa Teresita experimentó muchas dificultades y sufrimientos, pero siempre mantuvo una actitud de total abandono a la voluntad de Dios. Su amor y devoción a Jesús fueron tan profundos que incluso después de su muerte, prometió «pasar su cielo haciendo el bien en la tierra». Santa Teresita es conocida como la «Santa de las rosas» porque prometió enviar una lluvia de rosas desde el cielo como signo de su amor y protección.
En esta exhortación apostólica, quiero animar a todos a conocer y seguir el ejemplo de Santa Teresita. A través de su vida y sus escritos, ella nos muestra el camino de la santidad a través de la humildad, la confianza y la entrega total a Dios. Que Santa Teresita interceda por nosotros y nos ayude a crecer en el amor y la santidad.
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