La sencillez de los niños, fuerza de Dios.

EL SANTO ROSARIO

 

El Santo Padre pide que al terminar el rezo del Rosario invoquemos la antigua oración “Sub Tuum Praesidium”, y la oración a San Miguel Arcángel, que protege y ayuda en la lucha contra el mal.

“Sub tuum praesidium confugimus Sancta Dei Genitrix. Nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus, sed a periculis cunctis libera nos semper, Virgo Gloriosa et Benedicta”.

[Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!].

 

“Sancte Michael Archangele, defende nos in proelio; contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium. Imperet illi Deus, supplices deprecamur: tuque, Princeps militiae caelestis, Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute, in infernum detrude. Amen”.

[San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén].

 

Un comentario en “La sencillez de los niños, fuerza de Dios.

  1. El Papa Francisco nos recuerda que, COMO NIÑOS PEQUEÑOS, pidamos a la VIRGEN que nos acoja bajo su amparo y a SAN MIGUEL que nos defienda en la lucha contra el mal,

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