He recibido un favor de nuestra madre, a través de la intercesión como hija pequeña. Aparentemente no es muy grande, pero en mi caso si muy importante. Lo cuento aquí por si es útil.
Uno de mis hijos ha sido muy mal estudiante y ha terminado la Eso con mucho esfuerzo. El quería hacer un grado de formación profesional que tiene mucha demanda y hay pocas plazas. Solicitamos la plaza en centros públicos y concertados porque al ser una familia numerosa, nuestra economía no da para demasiadas cosas. No le dieron plaza y a las alturas de curso que estábamos los centros privados tampoco tenían muchas y eran muy caros. Pero estaba dispuesta a hacer lo necesario para que mi hijo pudiera estudiar y no tirara la toalla. Me puse a pedírselo a la reina de la infancia espiritual, y como mi fe no es muy grande, puse a rezar también a mis hijos pequeños por su hermano, y a los que sé que siguen este movimiento. Pedía un milagro para que le dieran plaza en cualquier sitio, pero me puse en manos de nuestra madre para que fuera lo que considerara más oportuno. Por supuesto no deje de poner todos los medios humanos que se me ocurrieron, y llame a varios centros. Uno de ellos que parecía buen centro y no execivamente caro me dijeron que solo quedaban dos plazas. Deje esa tarde el trabajo para poner en movimiento a mi hijo, mi marido e ir a ver el centro. No deje de pedir que cuando llegáramos aún quedaran plazas…y así fue. Pero mi sorpresa además fue que no sabíamos que este centro hacia descuento a familias numerosas, con lo que además me sale mucho más barato que el concertado en el que no obtuve plaza. A mí hijo le ha gustado más, y ya está matriculado. Yo atribuyo este cúmulo de casualidades a la intercesión de nuestra madre, que no sólo ha arreglado la escolarización de mi hijo, si no que además ha velado por nuestra economía…no era lo que yo esperaba, si no mucho mejor.Doy gracias a nuestra madre María y a Dios por cuidarme tanto.
Ana (Madrid)