
Hoy se cumple dos añitos de la llegada del piropo y sin miedo a equivocarme afirmo contudentemente que fue Dios quien obsequió a la Madre de Dios, a partir de ahí esta historia se reduce a la historia de los talentos, cada uno que he buscado o ha llegado solamente ha ofrecido sus pobres talentos a Dios: el talento de pintar, de gestionar, de saber contar, talentos tan dispares como la sabiduría o el croché, talentos económicos, la impresión, la informática, el arte de enseñar…grandes talentos la están esperando, ninguno es pequeño es para Ella.
Aunque el mayor talento que le hemos ofrecido es nuestro corazón y sin lugar a dudas la Reina de la Infancia Espiritual nos está ayudando a querer a Dios con la confianza, seguridad y abandono de los hijos pequeños.
Muchas gracias y felicidades a todos. C.M.
Gracias a ti Carmen pero sobretodo a Ella. Al paso de Dios de la mano de la Reina de la Infancia Espiritual.